Un punto fuerte de la dieta mediterránea son las ensaladas: podemos hacerlas adaptándolas a los gustos de cada uno, contienen mucha agua, muchos nutrientes, no tienen casi calorías, quitan el hambre y son hidratantes.
Son muy buenas para todo el año pero especialmente en veranos son geniales como plato único. Se pueden tomar antes o después del plato principal o como acompañamiento del segundo plato.
Los mejores aliños para acompañar las ensaladas son las que se componen de aceite de oliva, vinagre, limón y sal. Se pueden hacer también vinagretas caseras a las que podemos añadir frutas y hierbas aromáticas. ¡Mucho cuidado con los demás tipos de salsa que engordan y no son tan buenas para la salud!
Siguiendo estos consejos y controlando las cantidades de consumo de las salsas más calóricas estaremos siguiendo una dieta muy beneficiosa para nuestra salud y 100% recomendable para el la época estival.